sábado, 28 de enero de 2012

El mundo al revés

Hace mucho tiempo que no he escrito ningún comentario, no porque no tuviera nada que contar, sino que mi exaltación era tan grande que podía haber incurrido en algún delito de insultos o algo parecido, cosa que no debe hacerse.

Voy a olvidarme de lo pasado hace unos meses, y me voy a centrar en la última semana que hemos vivido en nuestro país. Es absolutamente escandaloso lo que ha pasado: Camps no culpaple, cuando todos los españoles hemos oído perfectamente las grabaciones y el colegueo que tenían entre los imputados en la trama Gurtel y los dirigentes del PP de la Comunidad Valenciana; el juez Baltasar Garzón sentado en el banquillo por la ultaderecha de "Manos Limpias" por investigar los crímenes del franquismo y el caso Gurtel; y las alabanzas al "demócrata" de Manuel Fraga en su muerte.

En unos años, estas circunstancias serán ejemplos de estudio de Ciencia POlítica: lo que no debe hacerse en un Estado de Derecho y para fortalecer la democracia. ¡¡Madre mía!!. Somos la vergüenza internacional, pero más aún me da vergüenza a mí que se haya podido permitir llegar a esta situación.

Lo de la reforma de la Justicia es algo que está pendiente desde la transición, y una de las cosas que la derecha más y mejor a utilizado en su beneficio. Y ahora el flamante ministro dice que será de co-pago. Para centrar el tema, solamente decir que mientras el acceso a esos puestos no sea plural, seguirá habiendo discriminación en la Justicia y además anuncia el Gobierno que ahora sí se va a renovar el CGPJ, cuando lo han estado paralizando todos estos años.

La derecha funciona así, y lo que más rabia me da es que hay mucha gente que "no se da cuenta" hasta que no pasa algo. El principal problema es que la socieda mira por el bien individual y no el colectivo, en su mayoría y prefiere que todo esté patas arriba, mientras a él o a ella no le afecte directamente. Y esto es lo que la derecha quiere que ocurra.

Y la gota que ha colmado el vaso es ver en las noticias, a la vez, el entierro del Ministro de Franco que firmó muchas muertes de personas en su época de mandatario, y la exhumación de las 17 rosas de Guillena, cuyo único delito era ser familia de republicanos, saber leer y hacerlo en periódicos de la república o tener un trabajo como profesoras. Estos eran sus delitos y por eso las mataron.

Y estas 17 mujeres ¿no merecen justicia? Pues su posible ajusticiador está enterrado en un lugar donde todos pueden hacerle visita y no en una cuneta o en un campo, olvidados por la historia. Gracias a que las familias no olvidan. Para cerrar las heridas es necesario que están personas asesinadas descansen en paz.

Esperemos que antes de que desaparezca de este mundo, estas cosas de "justicia" queden como anécdotas pasadas y se arregle. La democracia debe fortalecerse y la derecha es la menos interesada en que eso ocurra. Les da lo mismo y no van a ser ellos los que se peleen por hacerlo. Pero aquí estamos muchos que no queremos que eso ocurra.

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