viernes, 4 de noviembre de 2011

Servicios Públicos, Democracia y Política

No he querido nunca escribir un post en mi blog, después de a ver tenido una experiencia de alta tensión política (por darle una denominación), para no decir en caliente lo que no se debe decir. Creo que esta es una de las cosas que es necesario tener en cuenta, y sobre todo, en política.

Ayer vivimos un pleno, en el que fue más de lo mismo:cortes en las intervenciones del portavoz socialista, no poseer la información necesaria (todos los grupos la tenían menos el PSOE), desfachatez de determinadas personas y poca educación de gran parte del público asistente.

Esto es claramente la actitud que siempre ha tenido y tendrá la derecha española aquí y en cualquier lugar, pero lo que más me preocupa es el poco respeto que tienen hacia las Instituciones y hacia los organismos del Estado, creyéndose por encima de ellos por que sí.

Es una lástima que cuestionen a la Intervención General, al Tribunal de Cuentas, al Ministerio de Economía y Hacienda, en definitiva, a aquellos mecanismos que el estado pone de control para evitar fraudes. 

Otra de las preocupaciones de un futuro cercano, es el concepto de servicio público que tiene la derecha. Ayer se produjo un debate sobre las pérdidas que ocasionan todos los servicios públicos de la localidad: Escuela Infantil, Campus Deportivo,  Escuela de Música,... argumentando que no se ingresa lo que se paga. Por supuesto que no. Esa es la diferencia en las políticas de izquierdas o de derechas: un Ayuntamiento no es una empresa que deba tener beneficios, sino ofrecer la mayor cantidad de servicios posibles a sus vecinos y vecinas, al precio más adecuado a su oferta, porque esa es la política que hace iguales a todos los ciudadanos y ciudadanas de la localidad, asumiendo parte de ese coste el propio Ayuntamiento, garantizando su calidad. Esto es lo mismo que la Sanidad o la Educación. Seguro que prefieren que todo esto sea privado y que se lo pague quien más tenga. Lo demás les da igual.

A mí me sorprenden ciertas intervenciones muy parciales, de personas que, en teoría, tienen unos estudios que avalan sus conocimientos. Quiero recordar que personas de ese perfil nos han llevado a la crisis actual en la que estamos y además se creen con el derecho de decir lo que está bien o está mal hecho. Por supuesto, sin ninguna prueba y sin ningún papel que avale sus afirmaciones.

Como escribió un buen amigo y compañero en su blog, José Andrés Torres Mora, referente a la alcaldesa de Alicante, bien podríamos estrapolarlo a nuestro Ayuntamiento:  "Pues bien, la alcaldesa de Alicante es licenciada en Sociología, y alguien le aprobó la asignatura de Historia de las Ideas y las Formas Políticas. A lo mejor se enrolló en el examen, pero debería saber en qué consiste el populismo, y cómo el populismo supone el enaltecimiento de la voluntad del pueblo por encima de las instituciones y de las leyes que se ha dado a sí mismo ese pueblo. Cuando un político quiere que las urnas le absuelvan de sus delitos, está haciendo algo todavía mucho más grave que corromperse a sí mismo, está corrompiendo la democracia."

Este es el peligro que corremos, dejando que este perfil sea el que nos gobierne en las instituciones. Y esto es lo que también nos viene encima a partir del 21N.

Somos muchos los cargos públicos del PSOE que seguiremos defendiendo todo esto en las distintas instituciones en las que estamos representados y seguiremos luchando por los principios e ideas socialistas contra el caciquismo y la derecha. Fuerzas no nos faltarán.

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